Interioridad
La interioridad es “la apertura al mundo interior (profundo) de la persona y la posibilidad del encuentro con la presencia de Dios de una forma positiva, donde no hay juicios, sino invitaciones a vivir desde los valores universales que favorecen la convivencia humana”[i].
Educar en la interioridad supone abrir canales de comunicación con el interior de uno mismo. “Hay un momento interno y preciso en el que la persona descubre su propia esencia y su razón de existir. Para los creyentes, esa experiencia es íntima y reveladora del amor más auténtico…”[ii].
Educar en la interioridad es un reto compartido por el profesorado, que acompaña diariamente a vuestros hijos e hijas en su crecimiento integral. La sociedad en la que vivimos nos marca un ritmo demasiado acelerado. Proponemos la interioridad como un momento de parada, reflexión y conocimiento de nosotros mismos. como un momento de respiro y silencio entre tanto alboroto y ruido.
¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO PARA LLEVARLO A CABO?
Si tu hijo/hija llega a casa diciendo que en un momento dado han apagado las luces de la clase, bajado las persianas y se ha puesto una música tranquila, que ha realizado una visualización guiada, una meditación breve, bailado una danza, coloreado un mandala…o vivido una celebración de la ceniza “diferente”, es porque les hemos buscado un espacio para encontrarse a sí mismos y vivir la interioridad.
Cultivar esta “inteligencia espiritual” y adquirir las competencias básicas significa aprender a gustar del silencio como forma de encuentro con lo esencial de la vida, vivir con gratuidad y compasión, contemplar todo y a todos como una unidad, aprender a indagar en el autoconocimiento interno, buscar el sentido de la vida, aprender a escuchar y escucharse, adquirir un equilibrio personal y saber situarse ante la vida desde una profunda experiencia de amor y entrega a los demás… ¿hay algo más vicenciano?
[i]Mario PIERA GOMAR, Educar en el silencio y en la interioridad, CCS, 2012, p. 9.
[ii]Mario PIERA GOMAR, La sesión pastoral de interioridad, PPC, 2014 p. 8.
